Es espantoso cuando a uno lo acostumbran a algo, cualquier cosa que sea (y dale con generalizar) y despues por alguna razón quizá desconocida, prescindís de esta comodidad, de eso que tan bien te hacia sentir. Suele ser un cambio brusco (malpensados abstenerse).
Es feo estar acostumbrado a esta situacion, sentirse feliz, seguro, para que, un día cualquiera, sin explicación alguna, ya no haya respuesta alguna del objeto. En nuestro ejemplo, que mamá nos tire el chupete a la basura.
Ergo(*), indagando en la idea, di con que yo también suelo acostumbrar a las personas a ciertas actitudes mías. Si la persona se zarpa un poco (por ejemplo, un abuso de confianza), transfórmome en un ser frío y hostil. Y esto es irreversible.
No me saquen mi chupete! y vos, Sol, procurá ser más sutil.
(*)la aprendí de G
No hay comentarios.:
Publicar un comentario