He don't even know what he's doin' to me!

Llegó la hora de hablar sobre la Profecía de Alicia Keys. Quisiera, antes de ello, marcar lo que más me seduce de esta historia:
(1) la idea que ella tiene
(2) imaginar todo lo que pasaría y hablarlo en futuro, a modo de anuncio
(3) la manera en la que se atreve a hacer algo por esto que la está consumiendo.

Sobre (1), quien me conoce sabe, que en parte, me siento identificada. Si la tuviera cerca, le preguntaría sus razones para sentirse TAN atraída con algo que desconoce. Probablemente no las tenga, probablemente. ¿Pero es que acaso no teme que, una vez logrado su objetivo, se lleve un fiasco? Bah no sé, quizá sea una especia de desafío y deseo de superarse a sí misma, lo que haría que a la semana de lograr todo, ni esta canción ya tenga sentido.

De (2) proviene el tema de profetizar. Pero lo interesante es que, ya lo da casi por sentado. La admiro. La envidio.

En (3) Bueh. No tengo palabras. ¡Agarra y lo llama! ¡Sin rodeos! Imaginá la situación fuera de contexto. Dirías: es una desubicada, cagó todo, va a quedar para el ****, etc. Pero no. Ella es DIVA. Va con su juego de dulce prepotencia. Y no para de seducir. Se engrandece. Asciende. Sorprende a más de uno, incluso apostaría que se sorprendió a sí misma.

Si hice sentir a uno con ganas de llamar a su Michael, ya fue suficiente.