Resulta que una persona, sólo una se encuentra en la montaña.. el resto? en la llanura.
¿Quien es el desubicado acaso?
Todos lo vemos claro. ¿Verdad? Pero.. este iluso escalador no nota lo que todos nosotros, los de acá, los de la llanura contemplamos. Está feliz, pero incómodo, no encaja con nada. Hasta quizá de tanto en tanto se sienta frustrado... Los llanos no reaccionan de la manera que este voraz escalador espera.
Qué se puede hacer si una vez el lector se encuentra en la montaña?
Tener paciencia.
Intentar adaptarse a la situación que acontece.
¡Bancársela!
Simular que está en la llanura...
...Pero nunca (léase bien, NUNCA) olvidar su objetivo, la CIMA.
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